Vivo en días de seducción,
en noches de agua y esperanzas;
mi sentir es un caos.
Soy un gallo,
un gallo en una veleta de paja,
sacudida por un mar de fricción.
Te dije que disfrutaba con el dolor,
que me regocijaba en mi soledad.
Que escribir desde la felicidad
era el auténtico premio.
No hablamos de la ira, de la NO pasión,
no disertamos de la falta del verde color.
Intento resumir una vida en un día,
y odiarte hoy como lo haría
si cincuenta años durara esta injuria.
No trato de amasar mi lástima,
ni fuerzo a salir mis lágrimas.
Solo hago mis penas viajar hacía la Antártida.
Y servirlas luego. Heladas
Hablas de caminar entre tus sueños.
Versificas las vidas. Te bates en duelo dialéctico.
Un héroe de la palabra intentas parecer.
Como todos ellos, corrupto es tu final.
Al final seré yo el que consiga,
hacerte perecer.
Aquí tienes el poema dedicado.
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